Ignacio Valicenti
“Me pongo muy nervioso. Prefiero no hablar frente a cámara. Ya van a ver”. Esa fue la primera advertencia de Ignacio y accedió a la entrevista en audio. En estos tiempos que reivindican una exposición extrema, él se las arregla para mantenerse un poco al margen. Y esa es una sensación que se vive en su estudio, un rincón pequeño en el barrio de Boedo que podría sin embargo desvelar a más de un coleccionista. En esas paredes, cada objeto allí tiene un lugar preciso y muchas veces sirven de salvataje frente al tan temido bloqueo creativo de los artistas. Vinilos, revistas, cuadros, herramientas. “Me encantan las cosas viejas”, sentencia con esa calma que lo caracteriza.
Ignacio es diseñador gráfico, pero sobre todo dibujante de toda la vida. Y también forma parte de la historia de Dinamo. Hace algunos años, cuando comenzábamos a realizar nuestros primeros productos, él trabajaba en una gran empresa. Necesitaba, como tantos otros, un cambio y durante un tiempo la decisión de buscar un rumbo laboral propio fue motivo común de conversación. Impulsado por las ganas de dedicarse de lleno a la ilustración, fue entonces que surgió la primera colaboración artística con nosotros. Aquella que dio origen al primer boceto del zorrito.
Nacho -como prefiere que lo llamen- es un ciclista que no sólo pedalea cinco kilómetros hasta el estudio todos los días si no que disfruta de armar bicicletas. Su bicicleta está montada sobre un cuadro viejo de mountainbike, de los ‘90, al que le hizo algunas adaptaciones para andar en la ciudad. Tan particular quedó que hace unas semanas se la pedimos para hacer la producción de fotos de la Egan Edición Especial.
Atento a los detalles, también no duda en fabricar o arreglar sus propias cosas. Podría tranquilamente ubicarse dentro de lo que se conoce como la cultura maker. “Ponele”, dice riéndose. Cualquiera podría pasar horas hablando con él sobre componentes de bici, arte, cómics, música, hasta de arreglos en la casa. Así de ecléctica es su búsqueda.
Hace tiempo que desde Dinamo queríamos volver a hacer remeras. La reedición del zorrito, entre otras cosas. Pero también queríamos hacer algo especial: contarles la historia detrás del ícono de la marca. La primera tanda de remeras con los dibujos de Ignacio será acompañada por una postal serigrafiada, para que cada uno y cada una de ustedes tenga una parte de esa historia.
